Ing. Fernando Padilla Farfán
En México, tres grandes temblores han ocurrido los días 19 de septiembre en diferentes años. Lo explico de la siguiente manera.
La Tierra describe una órbita elíptica alrededor del sol. Debido a esto a veces está más cerca, a veces más lejos del incandescente astro.
Gracias al equilibrio de dos fuerzas: la centrípeta y la centrífuga, la Tierra guarda la distancia conveniente respecto al Sol. Mientras la primera fuerza jala la Tierra hacia el Sol, la segunda lo impide tirando en sentido contrario: hacia el universo; con el propósito de evitar que nuestro planeta sea tragado por el astro incandescente. Sobra decir lo que ocurriría si se rompe el equilibrio de ambas fuerzas.
Pero centrándonos en el punto, vamos a lo siguiente.
Como la Tierra circula alrededor del Sol en una órbita elíptica, no circular; hay una fecha en la que está más cerca: el 3 de enero; y otra en la que está más lejos: el 3 de julio.
Cuando está más cerca, la fuerza de atracción del Sol es mayor como también es mayor la fuerza centrífuga para impedir la colisión entre la Tierra y el Sol.
En medio de esta lucha de fuerzas: una a favor de la integridad de la Tierra y la otra a favor del Sol; nuestro planeta sufre una leve deformación que si fuera mayor, la Tierra se partiría en dos. Estas presiones provocan que las placas tectónicas se muevan.
Cuando la Tierra se aleja del Sol, el poder de la fuerza centrípeta disminuye e inicia el reacomodo de las placas tectónicas para recobrar su forma original. En este proceso interviene una tercera fuerza: la de gravedad.
Mientras las grandes masas de tierra se reacomodan, se van acumulando grandes cantidades de energía mismas que serán liberada aproximadamente 78 días después de haber alcanzado la máxima distancia al Sol. Es decir, el 19 de septiembre. En esta fecha, las placas Tectónicas son atraídas al centro de la Tierra por la fuerza de gravedad, a fin de ayudar al reacomodo de las mismas. Las posibilidades que tiemble el día 19 de septiembre son altas. Sin embargo, pueden variar un poco debido a que los bordes de las placas tectónicas son irregulares. Lo que no puede predecirse es la intensidad, ya que depende de la masa de rocas que se mueva o desplace.
Las réplicas del sismo durarán hasta en tanto no concluya la liberación de la energía y el reacomodo de las placas tectónicas.
¿Por qué no se ha roto el equilibrio de las tres fuerzas? La ciencia no lo explica. Si esto llegase a ocurrir, La Tierra se fragmentaría y la luna saldría de su órbita, rumbo hacia el Sol, o al espacio infinito.